Cuando inicia un nuevo año, inician también las promesas, las intenciones de cambio, renovación y mejoramiento. Y a medida que van pasando los meses se nos va quedando el ímpetu y la ilusión de los rituales de fin de año e inicio del nuevo.
El afán por bajar los kilitos de más, el estilo de vida saludable, la planeación, el incremento de los ingresos, el ahorro y la mejor actitud se van devolviendo al mismo punto con el ajetreo del día a día.
La peor parte de todo esto es cuando se convierte en una camisa de fuerza que nos define como personas. Lo que hace que a mitad de año nuevamente se escuchen los autojuicios sobre lo incompetentes o lo frustrados que nos sentimos. Y poco a poco por el afán de cumplir nos olvidamos de vivir.
Por eso hoy quiero compartirte lo que hoy en día veo y estoy segura te ayudarán en este nuevo año:
Las situaciones irán y vendrán. No sabemos realmente que nos depara este nuevo año, pero si podemos adoptar una actitud curiosa frente a la misma vida, y estoy segura que nos podemos dejar sorprender por lo que vaya ocurriendo. Explora con curiosidad cada momento de tu vida y disfrútalo. Déjate sorprender, súmale a tu curiosidad y disminúyele a tus condicionamientos.
Las metas y los planes que tenemos deben ir acompañados de un plan de acción. No necesariamente de una guía de vida escrita en piedra. Seguramente no todo saldrá como tú lo deseas, a pesar de ello estarás bien, podrás con ello y podrás continuar con tus planes o replantearte el rumbo.
El poder creativo es infinito, tu y yo tenemos la capacidad de crear constantemente, de hecho lo estás haciendo mientras lees y yo mientras escribo, en este momento hemos creado una interacción que puede tener infinitas posibilidades de resultados. Deja esos juicios de “no puedo”, “no soy bueno para” o “yo soy muy…” Tan solo son pensamientos y los pensamientos son solo un lente con el que te has acostumbrado a ver el mundo. Pero no necesariamente son reales.
La experiencia de vida es tan solo tuya, no te guíes por las redes sociales de tus amigos. Créeme que todos experimentamos la vida desde muchos ángulos, a veces desde la alegría, a veces desde el dolor, la tristeza la rabia. A veces lloramos, nos culpamos, nos denigramos. Pero nadie anda publicándolo porque lo hemos catalogado como si fuera algo malo. Olvidando que tan solo estamos experimentando nuestra humanidad.
Estamos deseando que lluevan bendiciones a nuestra vida. Quiero decirte que he comprobado que ya esas bendiciones fueron dadas. Están en cada paso que das, en cada respiro, en cada mirada de amor, en la sonrisa, en el canto de los pájaros, en el amanecer y cuando cae la tarde. Inclusive en aquellos momentos cuando parece que todo estuviera en contra, vuelve y nace una lucecita que nos muestra el camino. Las bendiciones están allí para ti, solo necesitas acallar el ruido de las expectativas, de los condicionamientos que le ponemos a la vida, de las ideas preconcebidas. Tu vida es como es y está cargada de bendiciones y regalos hermosos que la vida te ha dado.
Por eso, en este 2018 deseo que goces más, respires más despacio, sonrías cuando no hay motivos aparentes, camines, te detengas debajo de un árbol y en silencio escuches cuantos cantos de aves percibes, abraces, y si lloras o te lamentas, recuerdes que eso también es parte de este camino y que también puedes vivirlo en bienestar. Y que con esa nueva mirada sigas creando y construyendo regalos hermosos a la humanidad con tu presencia.
RECUERDA...
Estamos listos para acompañarte en este nuevo año con nuestros programas: